jueves, 2 de septiembre de 2010

Marca

La marca, del silencio
de un susurro que dice nada:
salud del viento,
tormenta e invocación
del cause del río que desemboca
en el carro del silencio rojo,
del silencio que insolente llama
las costas, las llama de su sangre
en horas, canteras de la marca que eternidad e instante
las marca, señal de aurora, horizonte de templanza
del cielo y del infierno de la tarde
que vuelve enojo encanto, canto derroche,
canto de mareo y de danza.

De las miradas que se apartan y se apartan,
de la coquetería del satín sádico de silencio,
de la invención satánica y sin remedio,
de la derrota que fulgura en circuitos,
en dominio del soporte, no-otra, no de juicios,
en el sueño de la danza entre las sábanas,
en el sueño de su no-uno,
vuelto puro,
vuelto lenguaje, vuelto palabra.

Vuelto lenguaje en la exacerbación del signo,
de la marca que se marca y aparta, la marea,
que poseemos y del infierno traga uno
de la sangre que se hace,
se digiere pero antes se ingiere
en la marea que señala el apartarse
de las miradas en la posesión de uno,
del uno que se sangra, y sangra sus labios en la marca
del otro, para el otro que danza en ignorancia.

La marca que lo posee, lo posiciona, lo danza,
para el otro que también es uno
cuando el satín se torna impuro
y sangra su lágrima de sangre, que impera,
que se pecha al uno, lo impecha en otro,
y se sangra en el beso del uno
cuando son dos y son mirada en y del despecho
que aparta el mundo, que vuela la danza,
que vuelve ninguno.

De la marca que se sangra y desangra
en uno, de la marca que se flora en ninguno,
donde el mar no es mar
ni la costa es costa,
donde el cielo no es cielo
ni el mar es danza.
Donde la noche es aurora,
donde el día es aurora,
donde mi nombre lo escribiste en la playa,
donde de mi sangre cree montañas,
donde terrificaste mis pretensiones,
donde marcaste la tierra a tus anchas,
donde el satín fue mi derrota,
donde mi derrota fue tu ansia,
donde de un beso nació la aurora,
donde la aurora me marcas,
donde la marca fue mundo,
nuestro mundo, nuestro mundo,
nuestro único e infinito mundo
es nuestra danza.

2 comentarios:

  1. COMO SE MARCA EL MUNDO CON PALABRAS...,pureza del lenguaje que canta y que se encanta, signo sádico que sabe su efecto e inocente busca al Otro en su danza( pretenciosa de Uno) auroras e infinitos, la marca es de esa danza. Tu poema fue una buena danza. Cariños

    ResponderEliminar

Buscar este blog