viernes, 24 de enero de 2014

Un bucólico no se percató del todo que afirma en la tierra la voluntad del someter




No, si el problema no es discriminar,
Es tender el aparato y operar,
Capitalizar la brisa y el paso del Sol,
 
Saber por dónde tender la Vía.

En todo el Todo,
Todo de todo,
Idea siempre y clara,
Nombra en cantidad lo general, en calidad lo universal,
Dulce piélago el placer de los hombres.


Presidente de Tribunal,
Juez oidor,
Del narrar y el presentar de hechos,
De la necesidad del co-crear,
Los moldes yacen sólidos al Abismo.


martes, 14 de enero de 2014

El mundo podría pasar por detrás de la puerta



Es ante un mundo sin Moral que tú pides su exterminio. No hay ningún Conflicto. Para la Lógica el problema no es si hay o no moral -ser o no ser, ¿qué da?*-, es ante el paso de quien da y asegura por Espacio el DOMINIO EFECTIVO de la PREDICACIÓN y la SUBJETIVIDAD. El problema es la Trascendentalidad, quien se adecuada por mathesis a la Mónada de Leibniz; quien es expresable e inscribible es el Ser por Categorías en la instrumentación del cálculo de Newton, cognitivamente certificado por el escepticismo lógico material de Hume, y amparado para el Ser-ahí en la significatividad del empirismo lógico efectivo del mismo. Lo demás es el no ser.

No es Ser, su sabiduría o su Amor. No es, se efectiva. El No entonces se efectiva, entonces el pensamiento certificado por todo. El antropologicismo le nombre Humano, demasiado él.

Realidad, nada más.
Kant apesta.


Hay un Estado de Derecho.


______________
* ¿Quién lo da?

lunes, 6 de enero de 2014

[La Lucha de las doctrinas de Estado]

Allí la inscripción del ser en totalidad
a la totalidad demarcarse instrumento a nombrar y elidir

nombrar elide nombrar fractura nombrar fracciona.

[El ser asistir al sin-nombre de Dios]

Nombrar racionaliza

[...]

El índice de las razones 
y su contextuación en instrucción y aparato
el poder a sapiencia en Dispositivo.

Hablar a saber. 
Se transpone en alborada el norte,
mil pájaros muertos del dragón del hombre.

domingo, 5 de enero de 2014

Hola, ¿qué hace?





Permítase entonces usted separar razones y sentimientos. A la historicidad de la proposición de las razones, a la textuación en quien por letras la razón se inscribe, delegue después entonces el sentimiento, el sentido, la sensación, a un supuesto universal antropológico –una naturaleza constitutiva si usted mejor lo quiere, no preste atención, es un a priori-, una constitución irracional –o prerracional si mejor lo prefiere- a la cual no obedece la historia ni a su institución ni en su arroyo, y en la cual, de hecho, la historia se prescribe. Suspire. ¿Qué hace? Ah, bueno, maravilla, que ningún sentimiento hace nuevo, y luego usted como si nada, va y lo predica a las flores, las estrellas, los dolores bonitos de las personas. Esto es espíritu, se dice, aquello materia, nos llama. ¡Y claro, la materia es natural! Cuídese tan sólo de mantenerse al margen. Razones allá, sentimientos acá. Usted y yo y sólo esto: a aquello le llama usted poesía.








Le repito, manténgase alejado de letras. 








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