la carne la sangre la nada
el crujido de tus huesos:
el murmullo de voz entre mis ojos
es la mar de lo que resta a nuestras espaldas
tus huesos
el crujido de tus huesos:
el eslabón que vincula tu rostro con la doble estampa
de un susurro dictado a las piernas de la noche:
mañana amanece de ti
mañana amanece para ser nadie
amanece de ti para ser ninguno
abandonados juntos de su corazón reencarnado.
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