Como una palabra om,
eternamente repetida,
así te encuentro.
Ingrávidas voces
Nafta decías,
La maquinaria ha partido,
Pero,
a dónde se dirigen las palabras?
Resurrección
Un tigre salió al paso,
alado,
he ahí que un signo dionisiaco,
macerado y sonreído,
me muestra los aullidos del campo
que se han hecho vino
para venir de dios
a nacer,
siempre en la misma re-creación.
siempre en el mismo juego departido.
Ingenieros
Pero es que ya nuestros pasos pisan el pedal
De nuestro propio motor encendido.
Justicia
Todos los poemas flotan en ese oasis sonoro al que nos dirigimos,
Promesa alada del viento que sopló prometiendo
no volver para soplar en otros tiempos repetidos de nuestra voz,
de nuestro triste oído demente.
Memoria
A las victimas no les atañe tu satisfacción,
Tus promesas de bestia sin cuerno.
Ellos están muertos,
Sepultados.
Un mismo silencio eterno del abismo,
En medio de tanta tierra y tanto desierto;
Un lugar donde siquiera existe el yo.
En medio de los caminos
Hay un falso bucólico que huele a estiércol
Aún cuando no lo es.
Existe el cielo y no está en la ciudad.
Existe un infierno y no está en el suelo.
Pero es que el nihilismo enseña que no es simplemente vivir,
Cabe morir digno,
Pero eso es entonces todo,
La salvación,
El derecho a ser redimidos.
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