miércoles, 30 de junio de 2010

Otra noche vivida después de la muerte

Otra noche vivida después de la muerte,
del recuerdo de mundos destruidos en el anhelo de su fin.
De los ojos que vieron el curso de la sangre,
de lo que era su propia sangre y tendría que ser el fin.

Nada de eso fue real.

Entre sombras y peñascos te asomas.
Entre sombras y peñascos no te encuentras.
Entre sombras y peñascos escondes las siluetas del fin.

Aniquilan tus deseos,
y te almibaran en su miel.
De la miel conservas la memoria
miles de amantes muertos en sacrificio,
del anhelo de palpar las entrañas de otro ser.

Convoca a la noche y sulfura el instante,
Que de los infiernos brote la sangre:
de los hijos no deseados,
de las madres aullantes en desconsuelo,
de la rabia de los eones hechos carne,
de la carne que se destiñe en el drenaje.
Traicionados todos por su propio dios.

Que los dragones rediman
cada piedra, cada piel, cada carne.
Se entonces las rocas de la tierra
que palpitan a tus pasos y nunca reclaman.
Se la noche que en sus cantos
festeja a la noche ausente de todos los astros.

1 comentario:

  1. ¿Quien soy?
    Lo sabes muy bien, soy más sirocos que mi máscara de lo cotidiano,
    asesina de sentimientos por eso vivo recluida en mis letras y me amarron la lengua para no envenenar mas,
    para no seguir matando...
    Vivo recluida en mi ser cotidiano,
    fria,
    distante...llena de muros gruesos inalcanzables...
    la memoria es mi peor enemiga, me trae mi pasado, mi pasado lejano, un pasado de dioses y estatuas frias, de fuegos y hogueras, de cielos rojos y cenizas...
    Solo vivo en letras, mi sangre es poesia...

    Si sabes quien soy,
    para que preguntas y me castigas?

    Soy mas fuego que arena,
    mas arena que mar,
    mas muerte que vida,
    soy quien siempre, al final...te viene a buscar con las manos frias.

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