lunes, 5 de julio de 2010

Visión de visiones

Susurraste mi nombre,
lleno de Cibeles
y de pistones.
Rostros, autopistas
y el rastro de tu piel
en los cráteres del tiempo
entre piernas y cintas,
Visión de visiones.

Vi mil ojos que vieron la noche,
cada noche era enojo,
cada noche la violaba la intuición.
Y de su ojo la noche era el mirar,
estrellas que colapsaron al párpado,
párpado sintético de la noche
ausente del sol.

Y el sol, como el ojo,
que miraba la viga de su ocaso,
del párpado metálico
integrado a la máquina veloz,
me advirtió:
“Del block del quedarse posado
consigo en la noche
del murmuro de su voz,
repitiendo tu nombre,
apisonado, vertical,
contigo de umbral transpuesto.”

Qué triste haber roto
la expectativa de que un día
nos íbamos a conocer.

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