martes, 1 de febrero de 2011

"Incipit tragoedia"

La tragedia del coro, que no entiende el sentido, la palabra.

Éstas desaparecen y se muestran: fatuo designio realizado,

llevado a cabo, sin buen término que no llega, sólo lo trágico, el silencio.

Antes yaga, ahora lacera, adecuada se ofusca en la punta de la lengua,

el abismo, la escena.

Y lástima, ¡cómo lamenta!

Los ayes se pierden en la irrealidad de la noche carente de un sol, una guía.

Tal vez la palabra conductora que se pierde en la memoria sin escritos.

Tu voz de profeta.

Cuando la última vez que moriste,

recuerdo el suave roce de tus labios,

la herida abierta al tiempo lacerado,

de la memoria ofuscada por la experiencia

y la imposibilidad de aprender el silencio

sin permanecer callado.

Tu canto. Bambalinas de la conciencia.

Llénalo como quieras.

Y si el vacío se despliega,

y si el vacío eres tú,

y si me dices que lo llene,

las lágrimas no pueden salir ya

y entonces me ufano de mi carácter nulo,

mi parlamento,

y hoy te odio más que nunca.

Entonces…

no estoy muerto.

1 comentario:

  1. la venganza de los dioses es odio o amor, sólo asì sabemos que no han muerto,ahora hablan en síntomas,el sin-sentido-(que no entiende el sentido) la angustia (el vacío), que tal vez nunca pida ni quiera ser "lleno", en tanto dejaría de "ser vacío", me pregunto ¿quièn habla? (sin aludir a Foucault) en el poema, quièn habla? o ¿¿què dios ignorado se hace síntoma??

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