jueves, 27 de mayo de 2010

Lo que resta de la noche

Vendí mi alma a lo que resta de la noche,
Sólo para ver arena antes del amanecer.
Lo que es desconoce de la lucha,
pues fuego termina con la violencia de tus luces.
Así la noche comulga de tu cuerpo,
y la sangre mana para irrigar mis sombras.

Entonces tu rostro refractado en la arena mojada
de la noche, lo que restó de mi alma.
Cifras sumergentes en la tierra con todas tus voces terribles.
Las que hueles para encontrar el anhelo
de otros mundos y otros lances u otros perros.
Los que laman, laceren u olfateen tus piernas
o pisen tus huellas en la mañana de la playa de los tiempos.

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