viernes, 28 de mayo de 2010

Mis oídos hablaron

Mis oídos hablaron de todo aquello
que hallé de silencio en tus ojos.

¿Será el sonido de las rocas
en el desierto de tus labios?

¿Serán las estrellas silbando
sueños perdidos a la aurora?

¿Serán las pestañas que laceran
los milenios del relato de tus héroes?

¿Será lo que resta del derrumbe
de tus rituales y del drenar las canteras?

¿Serán los dogmas de una palabra ausente
de los temores de Dios y todas sus antorchas?

¿Será la luz misma, que cayó al oradar mis oídos
con la escritura de las voces de mi mente?

(Recensión)

La fama de las viñas:
quimeras degeneradas a la madrugada.

Los hados murmuran
milésimos de la leyenda de todos tus ídolos

Son las hebras que vulneran
los cuidados del pastor y todos los Orientes.

La diferencia del derroque
de todos tus mitos y del dragar las visiones:

El sonido. Tus ojos. La luz.

Los alientos de una imagen abismal
en el páramo de tus ojos y el silencio (o los infiernos).

Mis ojos callaron de todo aquello
que hallé de vulnerable en tus sueños…

… pero nunca encontré mi voz
(porque nunca hallé tu sombra).


(o porque nunca me perdí tu sombra)

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