martes, 12 de octubre de 2010

El dulce artificio de tu nombre

El sol no alumbra los pasos de la luna
ni los alumbrará.
Quiere la negación de los principios,
quiere el no que palpita en la piedra congelada,
en medio de la plenitud del espacio,
el pleno de la nada.

No quiere tiempo ni reservas,
no quiere ilusiones o espejos
que relaten sus misterios, ni de noche
ni de mañana.
No quiere el auxilio suicida
que niega la noche en la torpeza
que se llamó vida.
Quiere la nada que llama vida,
lo que alumbra de reflejo
y a escondidas.

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