jueves, 28 de octubre de 2010

XVI

Jamás ingresas a la conciencia;
menos conoces la violencia o la cara del crimen:
Sin pericia y con ingenio
se precipitan al seol los pequeños profetas.
Jamás la eternidad abisma por los primos invertidos,
ni le falta el rencor homicida y la vocación de odiar
(el recuerdo de la violencia).
Jamás inmiscuyas tu culo en ella,
olvida la herejía del cuerpo.
Olvidar la herejía del cuerpo es estar en los duraznos de la penumbra.
Quien desconoce el cuerpo,
se olvida de hacer madurar el fruto de la oscuridad.
Quien reconoce el cuerpo
se filtra en todo.
Quien se filtra en todo es quien es.
Quien es quien es, es del mundo.
Quien es del mundo recuerda que Ser es la esencia de la Verdad.

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