martes, 12 de octubre de 2010

Jaguar o la garra del tiempo

Rugías tu selva y tu destino,
cada seiba aguardó tus anhelos,
terrores, violencias y deseos.
Guardó tus misterios y percusiones de guerra,
ser guardián de tus hombres,
ser las fuerzas de tus pueblos
en la piel felina, en miel moteada de abismos.
Tus garras fueron lanzas de victoria,
tus heridas las insignias de protección,
de aliento, del tiempo no vencido.
Te canto Jaguar hoy,
que sólo restan selvas que lamentar.

1 comentario:

  1. selvas y jaguares, se lamentan bajo un "cielo pedernal", es el apocalipsis de los bosques y también de los anhelos de un hombre sin guardián. ME encantó. Un beso

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