jueves, 28 de octubre de 2010

Transversión al Tao (cantos veinte al uno)

XX

Incrementa la vanidad y vendrán los excesos.
¿Cuándo insiste la igualdad entre la negación y la verdad?
¿Cuándo insiste la igualdad entre la sombra y la luz?
Siempre es real perder el aliento
cuando nadie tiene la paz.
Sí, es real incrementar la violencia.
Nadie se calma y se estremece
cuando se olvidan los pequeños crímenes,
o cuando se desciende tranquilo a la caverna del seol.
Nadie permanece violento
como el anciano que recuerda la maldad.
Como ninguno, recuerda lo siniestro,
como quien siempre conoció lo real.
Nadie muere en la pobreza,
incluso yo me revuelco en la magnanimidad.
Mi cuerpo está relajado,
como el de un gran sabio.
Nadie pierde la luz,
incluso yo refracto estrellas.
Nadie parte de lo no-violado,
incluso yo soy producto de dicha hermandad.
Todos somos igual a ninguno:
desprecio a la extranjera que nos quita la paz.

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