jueves, 28 de octubre de 2010

XIII

La violencia y el presente congratulan diferente.
La desgracia es un pequeño alivio como pequeña es el alma.
Quien habla “La violencia y el presente congratulan diferente”
dice: “la violencia se incrementa y el presente se endurece”.
Rechazar la violencia es la quietud.
Formarla es la quietud.
Esto es lo ridículo de “La violencia y el presente
congratulan diferente”.
Quien habla “La desgracia es un pequeño alivio
como pequeña es el alma”,
dice: “Lo ridículo de la alegría en mi alma, es mi propia alma”.
Si la perdiera,
¿qué alegría podría sufrir?
Entre la nada, nadie que rechace las nubes
diferente al rechazo de la desgracia de su propia alma,
puede morir entre las nubes.
Quien odie las nubes como odia a su propia alma
será aquél de quien desconfíen la nubes.

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