lunes, 18 de octubre de 2010

Terror.

En ocasiones llego a pensar
que siquiera Dios otorga el perdón.
Es un pensamiento que me aterra.

¿Qué significa que aprendiéramos
lo geométrico de tus signos en la movilidad del cielo?
La pregunta sobre sí en la “realidad”
existen los triángulos o la voluptuosa elipse,
¿interroga desde lo móvil o lo extático de lo real?
¿Cómo se interpreta el ser en este caso?
¿No es entonces un deseo de no morir
el fundamento de lo real?
¿No es lo real un castigo,
un castigo por real?

Lo que se refiere en la acción
es lo que se confiere en el abismo.
Lo designado como cosa
señala la asignación de la utilización
bajo el signo de terror-culpa-expiación,
piedad.
Pero entonces, quien perdona, ¿ejecuta
una acción?, ¿dónde queda el rédito,
dónde queda la inmovilidad?

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