miércoles, 6 de octubre de 2010

La proscripción

Cada palabra, rodeada por cien espejos,
¿Quién es la real?
Pero realidad cuenta aún con más de ellos.
Nombrar a cada espejo,
hasta que a su nombre se señale el reflejo del sonido [el crash!]
hasta que encontremos que detrás del espejo,
hay mil palabras dichas en mil lenguajes desconocidos,
nunca escritos…
Eternidades desconocidas de todo aliento,
donde Tierra y Cielo son el primer espejo.

* * *

“ ¡Dispárale y vuélale la maldita cabeza!”
Del tiempo y el flujo nació
la venganza del abismo [¿?].

“Soy un tipo calmado, y sé que tú no quieres dispararme…”

Como una historia del oeste.

“…así que, entrégame el arma.”
“!Cierra la boca!”

[El bang! eterno que ignoramos como Historia.]

1 comentario:

  1. sería un suicida quien te entregara el arma...si cierra la boca posiblemente la cabeza le "vuele" (sin necesidad de disparar)...siempre hay tiempo de ignorar

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