jueves, 28 de octubre de 2010

XV

XV[2]

Los niños indómitos del presente
serán tan pendejos, vestirán tan bien, y serán tus asesinos:
nunca jamás olvidaran el fastidio.
Pero si tú olvidaras el fastidio,
todo sería real y evidente como un martillo.
Serán conductores alcoholicos; no habrá policía que no se venda;
serán grabados; cínicos, les valdrá nada.
Altaneros; como un yerno o una nuera;
veraces; como el hambre que madura.
Expuestos a la luz de las nubes,
yermos como la tierra.
Presentes; como la lluvia en la montaña;
evidentes; como la leche tibia.
Ellos son, en el fastidio, la leche tibia
que jamás se agria.
Ellos son, inconmovibles, quienes aguantas
todas las semanas:
Ellos son. Imposible quedarse
velozmente dormido.
De despreciar al Ser
anhelarás haber muerto.
Al anhelar haber muerto
jamás se irán los indómitos.


[Violar al Tao es Tao en verdad
Quien recuerda el Tao viola la Verdad]


[2] Este verso no puede ser del mismo siglo donde se redactaron los posteriores. De hecho, aparece como legitimidad al primer intento de legislar a favor del aborto. Además escucha que esto implica ya toda una elaboración de corte historiográfico; aún sin haber fijado la necesidad textual o literal de la escritura de las genealogías; (¿Seguro? No. Piensa también una opción colateral; v. gr. no excluyente; si excluyente:
pero confirmada finalmente:)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Buscar este blog